viernes, 26 de agosto de 2011

Patrulla Legal recorre las calles de Quito desde el 2002

















Transexuales Desafían Al Peligro En Las Calles De Quito Con Valor Y Formación
Quito, 1 jul (EFE).- Una veintena de prostitutas transexuales desafían todas las noches los peligros de las calles de Quito y el rechazo social sin más armas que sus agallas y la formación que les da el colectivo Proyecto Transgénero.
Expuestas a todo tipo de riesgos, como atracos, la discriminación por parte de transeúntes o la policía, e incluso la muerte, como manifiestan varios casos recientes, chicas de entre 14 y 35 años ejercen de trabajadoras sexuales en un país en donde la aceptación de su colectivo es aún incipiente.
"La noche es a veces buena y a veces mala, a veces te tiran piedras, botellas.... a veces te sacas para la comida y a veces no, es una vida en la que nunca sabes si vas a llegar a tu casa", explicó a Efe Diana Carolina, que con 34 años es una de las veteranas de la Y, un sector del norte de Quito.
Experimentada y superviviente, recordó cómo se vio abocada a la prostitución tras ser rechazada por su familia por nacer en un cuerpo que no sentía suyo.
Diana Carolina asume hoy todos los riesgos de su profesión por 10 o 20 dólares por servicio con miedo desde que un grupo de homófobos le propinaron una paliza hace 10 años en Guayaquil.
Aunque todas coinciden en que las noches actuales están mucho más calmadas que antaño, las trabajadoras sexuales se arriesgan a que las arrojen botellas con líquidos, desde huevos a orines, e incluso gas pimienta, según dicen, pues el odio hacia lo diverso por parte de algunos convierte sus salidas en una ruleta.
"Me asusta mucho cada vez que subo a un coche, parece que si subo, no sé si bajaré muerta o viva", resumió Emily, manabita de 23 años, que con cinco meses en Quito es una de las más novatas.
El panorama ha mejorado en los últimos años gracias al Proyecto Transgénero, una organización sin ánimo de lucro creada en 2002 que ha conseguido enormes avances para los transexuales en Ecuador.
La ley antidiscriminación, la tipificación en 2009 de los crímenes de odio, la inclusión en la Constitución del 2008 de la "Libertad estética" y la "No discriminación por identidad de género", y el derecho a escoger libremente el nombre en el registro civil son algunos de sus logros.
Miembros del proyecto integran la llamada "patrulla legal", que recorre tres noches por semana los principales sitios de prostitución para velar por las transexuales, a las que ayudaron a constituirse en asociaciones e informan de sus derechos.
"Desde que descubrieron que tienen derechos, la violencia en la calle empezó a disminuir", señaló Ana Almeida, arquitecta y directora ejecutiva del proyecto.
Incluso mejoró la relación con la policía, que antes perseguía y detenía arbitrariamente a las chicas e incluso las llevaban a "hacer natación", es decir, las arrojaban al lago del parque de la Carolina, según recuerdan Almeida y las muchachas.
"Antes te llevaban presa y cuando les daba la gana te soltaban -recuerda Diana Carolina-. O si no, te venían, te pegaban y te gaseaban. Porque vestirse de mujer era un delito, cuando en realidad no es así".
"Eran dos grupos históricamente encontrados, era violencia contra violencia, no había diálogo. Ahora la policía sabe que después de varios crímenes de odio en zonas de trabajo sexual también están para proteger a este grupo tan vulnerable", afirmó Elizabeth Vásquez, abogada y fundadora del proyecto.
Aunque el viento les sopla ligeramente a favor, las chicas siguen dependiendo de ellas mismas para seguir adelante.
"Cuando una persona trabaja en la calle lo más cercano que tiene a una familia son sus amigas o conocidas. En la calle quienes están son tus amigas, si te llevan presa te vienen a visitar, o si no tienes para comer te ayudan", subrayó "la José", presidenta de la Asociación de la Y, quien actúa habitualmente como mediadora entre los organismos públicos y las otras chicas transexuales.
La José, también apodada "La Cariño" o "Belinda", quien como otras compañeras tiene estudios superiores, denunció el enorme camino que queda para una total integración.
"Me he sentido discriminada demasiadas veces. Por ejemplo, cuando vas a un centro, a un mall y uno va a comprar, la gente te tiene que respetar por lo que vamos a hacer, pero se niegan a atenderte", dijo.
Martí Quintana
Imagen y texto Agencia EFE.

jueves, 14 de abril de 2011

QUIEREN SANCIONAR EL ODIO

12:35 | Jueves 14 de Abril 2011PDFImprimirE-mail


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Patrulla Legal tiene como objetivo instruir a la Policía y la comunidad el respecto por las personas 'trans'. Foto: Archivo/ UN

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Grupo de activistas busca que la relación entre la comunidad y trabajadoras sexuales no sea demasiado densa.

El auto pasó muy rápido, casi nadie logró identificarlo. Ante los insultos y los objetos lanzados, Ana se cubrió la cabeza con los brazos y se agachó lo más que pudo. Esta vez, a las trabajadoras sexuales de La Y, les lanzaron vasos que contenían salsa de tomate, papas fritas y huevos.

Para Ana Almeida, de Patrulla Legal, esta era una muestra de odio en contra de las personas distintas, que han optado por tener otra opción sexual y ofrecen sus servicios sexuales en las calles de Quito.

Por reacciones como estas, que en otros casos han llevado a cometer crímenes contra los transgénero, se creó la Patrulla Legal, que tiene como objetivo buscar que se sancione los delitos de odio.

"La Constitución penaliza los crímenes de odio desde el 2009", dice Ana, "pero todavía no se ha juzgado a nadie por este delito", asegura.

¿Cómo trabajan?
Patrulla Legal busca evidenciar los delitos de odio. Todos los fines de semana, un grupo de voluntarios de distinta condición social y de género, sale a visitar los lugares donde se ejerce el trabajo sexual, con el fin de informar a trabajadoras, Policía, personas que contratan servicios sexuales y a la comunidad sobre los derechos de las transgénero.

Antes ellas pensaban que eran cualquier cosa y que se las podía detener indiscriminadamente... se les ha quitado su derecho a la dignidad, a un nombre. Las insultan y agreden, también se les han mermado derechos a la educación, a la salud", denuncia Ana.

Sus actividades
Desde el 2007, Patrulla Legal se encarga de capacitar a los Uniformados. "Ha dado resultados enormes en el descenso de violencia entre Policía y transgéneros"; dice Ana.

También han otorgado una cédula especial a las trabajadoras, en la que se puede leer el nombre legal, junto al nombre cultural, es decir el que la trabajadora sexual ha elegido para darse a conocer como transgénero.

También consta el nivel de intervención corporal al que ha sido sometida esa persona, es decir, sí tiene cirugías que le hayan servido para transformar su cuerpo de hombre en mujer.

Los datos clave
En el 2002 tres estudiantes de Derecho de la Universidad Católica, y Yelina, una trabajadora sexual, salieron a las calles para dar asesoría legal a trabajadoras sexuales.

En el 2004, tras el asesinato de Yelina, por motivos de odio, el grupo de trabajo pasó a llamarse Patrulla Legal.

Más de los transgénero:


Fuente: Diario Ultimas Noticias, edición electrónica jueves 14-04-2011

martes, 12 de abril de 2011

"Patrulla legal" contra la discriminación


Ante el aumento de asesinatos de transexuales en Quito ha resurgido la patrulla legal, un servicio que los asesora para denunciar a quienes los discriminan o maltratan.

Fecha de Publicación: 2011-03-30 14:29



La casa Trans está ubicada en el centro norte de Quito, todos los jueves la patrulla legal se reúne con representantes de las cuatro asociaciones de trabajadoras sexuales Trans que existen en la capital. Son un grupo de abogados y activistas que las asesora legalmente para que conozcan sus derechos y eviten ser víctimas de violencia y discriminación.

Shirley Valverde, miembro de la patrulla legal, comentó las novedades de la semana y sobre el asesinato de otra compañera. Explicó que a diferencia de otras muertes, cuando asesinan a una transexual se lo hace con saña, sus cuerpos generalmente son encontrados con señales de tortura.

El trabajo de la patrulla legal es en las calles, las jornadas pueden extenderse hasta las cuatro de la madrugada.

Las agresiones a transexuales pueden ser sancionadas desde el año 2009 como delitos agravados porque ya están tipificados los crímenes de odio por identidad de género.

Según nuestro Código Penal, incitar a la violencia moral o física contra personas por su orientación o identidad sexual será sancionado con tres años de prisión, y en caso de asesinato, pueden recibir una condena de hasta 16 años.

El problema es que sus familiares no quieren denunciar los abusos, por eso la patrulla legal las animó para que sean ellas quienes inicien el juicio por el último asesinato de una de sus compañeras ocurrido hace dos meses.

También les enseñan a hacer respetar su derecho a la libre movilidad y a ejercer el trabajo sexual, pues a pesar de que es legal todos los días los vecinos o la Policía impiden su trabajo.

Aunque las agresiones continúan, las transexuales del sector de la Y, la Mariscal, San Blas y la Michelena, se están organizando. Ahora están pendientes de anotar la placa de los vehículos y otros detalles que les permita denunciar a sus agresores. Piden que la sociedad les abra las puertas para que el trabajo sexual no sea su única opción.


Quito.Fuente: Ecuavisa